Dejar de exportar solo materias primas

septiembre 16, 2015
Exportación de materias primas en latinoamérica

Como menciona el periodista Andrés Oppenheimer en su libro «¡Basta de historias!», de cada dólar que un norteamericano paga por una taza de café en un Starbucks, es apenas un poco mas del 1% de ese dinero va a parar al cultivador de café colombiano, costarricense, salvadoreño, brasilero o de cualquier otro país productor. Caso similar sucede con la ropa de exclusivas marcas como Esprit, Ralph Lauren, Levi’s, Tommy Hilfiger cuyas manufacturas apenas alcanzan un pago promedio el 15% del precio que paga el consumidor final. Consideremos que ese 15% conlleva tanto la mano de obra, los materiales como el completo proceso de fabricación, esto sumado a los estándares cada vez mas altos de exigencia que solicitan estas marcas a las empresas que realizan la manufactura en países como Perú, República Dominicana, India, Bangladesh y China entre muchos más.

Estos son solo dos ejemplos que Andrés Oppenheimer pone en manifiesto en su libro y los cuales podemos tomar en cuenta para comprender de que no podemos conformarnos con solo exportar materia prima o manufactura, sino que trabajar en dar valor agregado al producto.

En los últimos años, los países cuya economía principalmente dependen de la exportación de materias primas (como los nuestros latinos), contrario a la creencia pasada, han ido bajando su PIB per cápita respecto a países que ni siquiera tienen recursos naturales (Singapur, Corea del Sur y Japón son tres reconocidos ejemplos) e importan hasta los alimentos de consumo básico, pero que a diferencia de los exportadores de materias primas, se apalancan de la tecnología y de la educación especializada para adquirir las materias primas y manufacturas de nuestros países y luego venderlas a 5, 10 y hasta 20 veces el precio. Todo esto lo consiguen trabajando en marketing, branding, infraestructura, etc…

Chile, Venezuela, Perú, Brasil, México, Colombia y muchos otros países latinos caen en el error de enfocarse exclusivamente en la explotación de los recursos naturales con los que cuentan y exportándolos como tal sin darle un valor agregado a través de la transformación del mismo. Esta es una realidad que debemos cambiar para lograr un aumento en los ingresos de nuestros países. Un ejemplo muy simple pero bueno para tomar es el caso del estupendo trabajo que hace Perú con la «exportación» de su destacada gastronomía. Cuando personalmente me dirijo a un restaurant peruano, ya sea que esté aquí en Chile, en Colombia o en cualquier otro país, no estoy pagando solo el costo de las papas, la carne, los mariscos o lo que traiga el plato, sino todo un conjunto de cosas que le dan el valor agregado para llegar a un precio de 20 o 30 USD por plato. Esa es una simple pero efectiva forma como Perú está dándole valor agregado a los productos que le entrega la naturaleza, no exportándolos como tal y recibiendo menos del 5% por lo que se paga en un plato de 30 USD, sino que produciéndolos y dándoles valor agregado a través de la formación de chef’s de primera calidad que luego «exporta» (no es el término correcto sino es una forma figurada de decirlo) al resto del mundo poniendo al alcance de los consumidores la deliciosa gastronomía peruana y creando una importante fuente de ingresos para ellos.

Otro ejemplo de uso inteligente de la educación para la exportación de conocimiento, es el de la India. Desde hace un par de años, el país asiático ha ido preparando a sus jóvenes con el manejo del idioma inglés, esto ha permitido a muchas empresas de países como Estados Unidos, la subcontratación de «Call Centers» ubicados en India, abriendo una fuente de ingresos y laboral para el país y aumentando las oportunidades para sus habitantes y por sobretodo, para las nuevas generaciones de jóvenes. Algo parecido sucede con el sector del desarrollo de software y aplicaciones de internet, donde India se ha convertido en los últimos años en un importante «proveedor» de la industria IT preparando a profesionales que hoy día trabajan de forma presencial y remota para empresas de Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa.

El ejemplo de China

China es el padre de los ejemplos. Hace unos años, China ya era la gran fábrica del mundo donde grandes y reconocidas marcas tenían instaladas su fábricas para producir a un menor costo (mano de obra mas barata) pero en un momento, China se preguntó. Si estos tipos están ganando con nuestra producción y solo colocándoles su marca encima, ¿Por qué nosotros no creamos nuestras propias marcas? y así lo hicieron con mucho éxito. Hoy no sólo encontramos en el mercado las ya conocidas marcas electrónicas, de electrodomésticos o automóviles coreanas, norteamericanas, y japonesas, sino que se nos sumaron nuevas marcas chinas que nos ofrecen productos a precios muy competitivos y han ido ganando de a poco un importante espacio en el mercado con ello influyendo positivamente a la economía del gigante asiático.

Conclusión

No podemos seguir en la comodidad de solo explotar materias primas y exportar sin antes aprovechar de una manera mas eficiente los recursos que nos da la naturaleza y de los cuales la gran mayoría son no renovables. Nuestros países que gozan de recursos en grandes cantidades (pero no ilimitados) deben aprovecharlo de forma mas eficiente y si bien es cierto la exportación de materias primas como tal no debe dejar de hacerse (puesto que hay demanda por parte de otros países), debemos además crear sistemas para darle valor agregado y exportar no un grano de café sino una taza de café puesta al consumidor en el centro de Tokio o no una camisa de alta calidad para que Tommy Hilfiger o Ralph Lauren se lleven todos los créditos y ganancias sino que crear nuestras propias marcas con la misma calidad y trabajar en conseguir el prestigio requerido (como lo hizo China). Esto por supuesto con inversión en campos como el branding, la publicidad, la tecnología (muy importante), la infraestructura de marca, todo con el apoyo de profesionales multidisciplinarios que podemos formar en nuestros países (de hecho hay muchas casas de estudio que los forman en la actualidad en latinoamérica) o en última instancia «importándolos» de otros países. De esta manera, podremos dejar la dependencia absoluta de ser exportadores del sector primario y secundario, sumándole a ellos el sector terciario a gran escala como lo hacen países como India y China en la actualidad.

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6 comentarios en “Dejar de exportar solo materias primas

  1. Francisco dice:

    Pero el 85% de las exportaciones de Mexico son manofactura y el 80% de la manofactura de alta tecnologia de america latina la exporta Mexico, siendo este la economia numero 21 mas compleja del mundo.

    • Cuando fabricas para marcas japonesas o americanas o coreanas o de donde sea no cuenta si no son propias. La pregunta es ¿qué marca de automóviles tiene México? ¿qué marca de «alta tecnología» tiene México?. Lo único mexicano que se exporta a gran escala es el petróleo (es mexicano, no coreano ni japonés ni americano). Pero de ahí las fábricas son todas de marcas extranjeras. Japón vive de las exportaciones tecnológicas por ejemplo (tienen marcas como Sony, Nintendo, Panasonic, Casio, Toyota, etc…), mismo caso Corea que tiene grandes marcas de la talla de Samsung y así… ¿México que marca tiene de exportación de la cual viva?. Ninguna. Gracias por tu aporte! Saludos.

  2. Diego Taha dice:

    Un muy buen articulo, me encuentro realizando un trabajo sobre el Maqui y es un hecho que el 50% de sus exportaciones corresponden a producto congelado (nulo valor agregado). Es decir, que la costumbre de exportar materias primas se mantiene y para los que quieren emprender, las trabas burocráticas retrasan todo.
    Esperemos que el Ministerio de Ciencia y Tecnología sea un aporte.

    Saludos

    • Estimado Diego

      Muchas gracias por comentarnos tu experiencia y efectivamente, en nuestros países del continente tenemos una cantidad enorme de recursos que nos entrega la naturaleza pero continuamos limitándonos a venderlos sin producir valor agregado a ellos. La industria de la transformación (mi especialidad en la que trabajé en México) es fundamental que crezca a niveles macro para la exportación de materias primas trabajadas y no exportar principalmente cobre en bruto sino productos derivados que generen valor agregado. En el caso del maqui, lo mismo, el no está mal venderlo como tal congelado, pero es mucho mas beneficioso si se da énfasis en darle valor agregado transformándolo en un producto completo lo cual no únicamente beneficiaría más los ingresos (está demostrado que un producto trabajado genera mucho más ingresos que uno en bruto) sino que entregas una mejor solución al consumidor sin esperar que sea un tercero el que se encargue y beneficie económicamente de ello como lo hacen los chinos por ejemplo.

      Un cordial saludo!

  3. Agustin Mujica dice:

    Estoy muy de acuerdo con éste articulo y es el pensamiento de todos los chilenos, ahora, si esto lo pensamos todos, porqué no se hace nada? De quien depende?, acaso los politicos no tienen esta misma inquetud?.

    • Estimado Agustín

      Del gobierno. Es una política de Gobierno pero como tenemos políticos con mentalidad cortoplacista donde lo único que esperan es recaudar más fácil, en el menor tiempo y con el menor esfuerzo posible, no se hace. Un cambio en el modelo de negocio como país requiere redistribuir presupuestos en I+D, emprendimiento, educación (pero de la verdadera, de la exportable y no de la que salen vendiendo los políticos como Bachelet o los comunistas en la TV). Todo esto requiere de mucho trabajo, de un gabinete trabajando duro en cada cartera y de un proyecto país serio. Mucho mas serio de lo que los políticos quieren trabajar. Finalmente, se gana mas votos dando bonos y aplicando políticas populistas que haciendo las cosas realmente bien por el país con miras a futuro.

      Muchas gracias por tu participación. Un abrazo!

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